Como
todos los años en el mes de Noviembre llega el día de los difuntos
y como es tradición en la hermandad Nuestra Madre y Señora en su
Soledad volvió a vestirse de riguroso luto por la pérdida de su
hijo.
La
Junta de Gobierno se ha encargado con exquisito cuidado y máximo
respeto de ataviar Nuestra Sagrada Imagen lo más acorde posible.
El
negro como color predominante, se deja ver en el esplendor de una
saya adornada en azabaches que desprende elegancia y sobriedad,
ceñida con un fajín bordado en plata.
El
rostro de Nuestra Madre se enmarca en un rostrillo con una
combinación negra y plateada, al igual que el pañuelo que sostiene
en su mano izquierda. Mientras que el toque final lo aporta un manto
negro de terciopelo, liso, serio y apropiado para estas fechas.
Pero
para apreciar la belleza que desprende lo mejor es verla en persona,
desde aquí os invitamos a todos los que lo deseen que puede hacerlo
en la Parroquia de la Inmaculada Concepción.
Aprovecho
para dar las gracias por vuestra atención y recordar que en este
mismo mes tendremos el Besapies del Cristo, del que ya os iremos
informando.
Noviembre 2012, por Marta Reguera. |
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